Resulta complicado pensar que puedas vender tu vivienda y que a la vez puedas seguir viviendo en ella, pero esta es una fórmula nueva que la mayoría desconoce y que consiste precisamente en eso, a través del derecho de la nuda propiedad, que permite a una persona disfrutar y vivir en su casa sin tener posesión de la misma.

Entre los perfiles más comunes que optan a este tipo de venta, solemos encontrar a gente mayor que quieren aumentar sus ingresos para poder vivir de una forma más cómoda y disfrutar de su tiempo libre o los que tienen herederos y quieren asegurar el bienestar de sus hijos. Muchas veces, al vender una vivienda heredada el precio que se obtiene no es el que le gustaría a todos los herederos, vendiendo antes, podrás controlar mejor cómo repartes la herencia.

Pero para entender el concepto de nuda propiedad tenemos que explicar el concepto de pleno dominio. Ya que, el pleno dominio consiste en la titularidad de la plena propiedad de un determinado bien y esto a su vez se divide en nuda propiedad, que es el derecho de una persona a ser dueño de un bien con la limitación de no poder disfrutar ni gozar de él y el usufructo, que es precisamente el derecho de goce, uso y disfrute sobre el bien que pertenece al nudo propietario.

En definitiva, el nudo propietario sería el dueño pero no podría disfrutar ni usar la vivienda porque estos derechos se reservan al usufructuario.

Ventajas al vender usando la nuda propiedad

Pues el comprador o nudo propietario se beneficia porque adquiere una vivienda a un precio menor que el que pueda encontrar en el mercado, ya que este valor se consideraría con respecto a la edad y la esperanza de vida del vendedor.

Y el vendedor o usufructuario se beneficia porque puede obtener una liquidez inmediata con la venta de su vivienda pero puede seguir disfrutando su hogar.

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